La Serología es un examen médico que permite identificar la respuesta inmunitaria contra un agente infeccioso. Por este motivo, se pueden utilizar con fines diagnósticos o para estudios epidemiológicos. El diagnóstico a través de las pruebas serológicas se basa fundamentalmente en la detección de anticuerpos que produce el organismo a través de una muestra de sangre (suero).
¿En qué consiste?
Los tests serológicos permiten detectar las inmunoglobulinas, anticuerpos capaces de unirse a los agentes infecciosos y activar el sistema inmunitario. Hay diferentes tipos de inmunoglobulinas, sin embargo, las que más se utilizan con fines diagnósticos son las denominadas IgM e IgG. La inmunoglobulina tipo IgM es el primer anticuerpo que el organismo produce cuando entra en contacto con un agente infeccioso. Generalmente, se puede detectar durante, pero, sobre todo, después de la primera semana de la infección. La inmunoglobulina tipo IgG es un anticuerpo más especializado. Esta se une directamente al patógeno, por lo que es un indicador de infección en etapas posteriores. Su presencia habitualmente indica protección frente a un microorganismo.
¿Para qué sirve?
Los tests serológicos, al ser un reflejo de la respuesta inmune, se pueden utilizar con fines diagnósticos. Al tener anticuerpos, ya sea tipo IgM o IgG positivos, se puede saber si la persona se ha infectado de forma reciente o si se encuentra en una fase de recuperación de la infección. Por otro lado, también indican, en estudios posteriores, el estado de inmunidad de una población. Esto facilita la implementación, sobre todo, de las campañas de vacunación. En el caso de la infección por el SARS-CoV-2, la presencia de IgM indica infección reciente, mientras que la presencia de IgG indica una infección de al menos 10 días de evolución. De forma poco frecuente, algunas personas no son capaces de producir anticuerpos. Por lo tanto, es necesaria una adecuada interpretación de las pruebas serológicas por parte de personal capacitado en el área.
¿Cómo se realiza?
Primero se necesita extraer una muestra de sangre, luego se centrifuga para extraer el suero. Se pueden utilizar diversas técnicas para detectar la presencia de anticuerpos. Las más utilizadas actualmente en el contexto de pandemia por SARS-CoV-2 son las siguientes:
- El ensayo de inmunoabsorción ligado a enzima (ELISA). Son ensayos que se basan en las reacciones de enlace antígeno-anticuerpo. Se utiliza una enzima como marcador para medir la formación de estos complejos. Esta técnica se debe realizar en un laboratorio de microbiología, ya que requiere de un equipo y personal capacitado para su realización e interpretación. El ensayo se realiza en muestra de sangre y puede durar varias horas.
- Pruebas de flujo lateral, también conocidas como test de inmunocromatografía. Son dispositivos desarrollados para detectar la presencia de complejos de antígeno-anticuerpo en una muestra líquida sin necesidad de equipos especializados. El fundamento básico de la técnica es muy similar a las pruebas de embarazo. El test se sumerge en la muestra y si el anticuerpo que se quiere detectar está presente, aparece una línea de color que indica resultado positivo. Si no ha habido reacción aparece otra banda color. La muestra que se utiliza es sangre, suero o sangre capilar. No es necesario analizar en un laboratorio. El resultado, dependiendo de la casa comercial, se puede detectar en 15-20 minutos.